Esta actividad se enmarca en la celebración de los treinta años de la carrera de Administración Pública de la Universidad de Santiago de Chile y específicamente tuvo el objetivo de conocer experiencias de innovación en el sector público y el espacio que existe en el país para esto.
El pasado 8 de junio el Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago de Chile, realizó el seminario “Experiencias de Innovación Pública en Chile: Desafíos, oportunidades y rol de la Administración Pública” de manera híbrida, desde el Salón de Honor de la casa de estudios estatal. Los expositores fueron Román Yosif, director del Laboratorio de Gobierno y Katherine Villarroel, directora ejecutiva del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el Desarrollo.
En la oportunidad, el director del Departamento de Gestión y Políticas Públicas, Dr. Mario Radrigán, indicó que esta actividad se enmarca en la celebración de los treinta años de la carrera de Administración Pública, la que ha formado a más de dos mil egresados.
“El tema de este seminario fue seleccionado con total convicción para proyectar que la gestión pública es un ámbito en continuo cambio. Hay un imaginario que denota la función pública como algo burocrático, rutinario y que no agrega valor y no genera cambio. Sin embargo, quienes trabajamos en el sector público, vivimos la vorágine de cambios. Se crean ministerios, servicios públicos, se procesan leyes, se asumen nuevos desafíos en temas de género, de medioambiente, de transformación digital”, señaló.
Por su parte, el director del Laboratorio de Gobierno, Román Yosif, comenzó su alocución, señalando que, en los actuales escenarios de crisis, la innovación pública ha sido fundamental. “La innovación, además ha sido un paradigma de una nueva manera de hacer gestión pública, de diseñar e implementar políticas públicas y una nueva manera de entender cómo generamos un rediseño profundo de la formación pública”, dijo.
Yosif además, se refirió a la trayectoria del Laboratorio de Gobierno, comentando que a nivel mundial en los últimos diez años, ha habido muchas instancias similares y han cerrado, porque muchas veces se han enfrascado en entender que el paradigma es la innovación en sí misma, en los métodos, los modelos y no en los resultados que trae la innovación.
“Muchas veces se quedan sólo en la experimentación y no logran llegar a resultados concretos visibles, medibles y que agreguen valor público. Para poder lograr una implementación, se necesita combinar un enfoque experimental con una orientación ágil de proyecto. Si los proyectos de innovación se eternizan, tienen una alta probabilidad de no avanzar y llegar a las etapas que generan valor”, indicó el director del Laboratorio de Gobierno.
A su juicio, todas las innovaciones públicas deben centrarse en las personas. Para eso, ejemplificó con el subsidio al empleo, que debía ser amigable, en pocos pasos, con lenguaje claro. “Hemos logrado consolidar un modelo de medición de capacidades para innovar, el que desarrollamos junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) quién, por tercer año consecutivo, nos permite entender dónde están las brechas de capacidades para innovar en las instituciones públicas. Eso lo abordamos con un índice de innovación pública que mide esas capacidades en los temas más diversos como recursos digitales, procesos internos para innovar, etc.”, añadió.
Finalmente, Yosif agregó que la proyección que hacen, como Laboratorio de Gobierno, es entender que se puede innovar, no sólo en proyectos sectoriales o desarrollo de capacidades, sino que con un enfoque principal y protagónico en la gestión pública de todo el sector público chileno. “Para eso se debe incorporar innovación dentro de los procesos transversales, lo que refleja que este tipo de cosas deben ser política de Estado y deben estar en permanente evolución”, concluyó.
Luego fue el turno de Katherine Villarroel, quién abordó la creación del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el Desarrollo, que dirige. “El consejo nació cuando la innovación comenzó a ser una conversación en Chile. Había preocupación en la época del presidente Ricardo Lagos sobre el crecimiento posible futuro, lo que hoy es una conversación del presente”, dijo.
A juicio de Villarroel, como Chile está sostenido económicamente en los recursos naturales y sabiendo que llegará un agotamiento de ello, no podía seguir sosteniendo la economía hacia el futuro. “En esa toma de conciencia se hacen dos grandes acciones: se destinan recursos a través del Royalty Minero, para invertir en innovación en el país, y se crea un órgano asesor que marca una ruta de futuro para esto. Ese órgano es la génesis de este consejo”, puntualizó.
Éste es un órgano autónomo, compuesto por grandes personalidades del mundo de la ciencia, tecnología, del mundo empresarial, investigadores de distinta índole y expertos en políticas. “Nuestra tarea es entregarle al presidente de la República las orientaciones de cómo aprovechar los recursos basados en el conocimiento para el bien del país”, sostuvo Villarroel.
Para ella, la competitividad para el desarrollo, el conocimiento y la innovación, no puede estar solo acotado al sector privado o el mundo empresarial. “Al principio estuvimos preocupados de cómo el Estado incentiva el conocimiento y la actividad investigativa, el desarrollo tecnológico y la innovación en el mundo empresarial. Hoy, en cómo esos mismos elementos, le sirven al Estado para enfrentar problemas actuales”, agregó.
Katherine Villarroel sentenció que la innovación en lo público, es la forma en que los seres humanos nos adaptamos al cambio y en ese sentido, se puede entender la innovación en lo público de distintas maneras: tecnologizar al Estado, instalar en los profesionales de lo público una actitud innovadora y cambiar la concepción del público y de cuáles son los retos de este sector.
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